No siempre tenemos la opción de diseñar todo el conjunto desde cero, y esa ha sido la premisa que nos ha marcado desde el inicio en este proyecto.

Nos encontramos con un local habilitado y funcionando, al que tuvimos que hacer una rápida lectura de los detalles que no nos gustaban, y  con ello hacer un cambio importante con un coste muy limitado.

Una mejor iluminación, la neutralización del conjunto para la aplicación de grafismos relativos a la nueva actividad y el tratamiento de color para el mobiliario ya existente han sido las pautas para convertir este pequeño local del Barrio marinero de Dénia en una taberna de visita obligada, más aun viniendo de la mano de nuestro cliente Toni Crisostomo, hostelero con negocios de restauración consolidados como La Bodega del Puerto, justo al lado de este nuevo local, y La Boheme en Moraira.