Frank Gehry: Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2014

09 May, 2014

El pasado miércoles fue entregado el premio príncipe de Asturias de las Artes 2014 al arquitecto canadiense Frank Gehry, quien a sus 85 años se ha impuesto finalmente al artista Bill Viola, otro de los favoritos a llevarse el galardón.

Quizá muchos leáis su nombre y no sepáis de quién hablo o podéis pensar que no lo conocéis, pero si os nombro el Museo Guggenheim de Bilbao y las Bodegas del Marqués Riscal seguro que sabéis a quién me refiero.

Gehry ha sido reconocido a través del acta con la que el jurado ha dado a conocer el resultado por “la relevancia y la repercusión de sus creaciones en numerosos países, con las que ha definido e impulsado la arquitectura en el último medio siglo”.

Además, el jurado resalta que los edificios diseñados por Frank Gehry son un “juego virtuoso con formas complejas, por el uso de materiales poco comunes, como el titanio, y por sus innovaciones tecnológicas, que han tenido repercusión también en otras artes”.

Sus obras son reconocidas mundialmente gracias a su concepción del edifico como pieza artística, incorporando nuevas y originales formas en cada uno de sus proyectos y empleando materiales inusuales, lo que le ha llevado a convertirse en uno de los grandes nombres de la arquitectura contemporánea.

Frank Owen Goldberg o Frank Gehry -como se le conoce ahora- nació en Toronto en 1929 pero pronto se trasladó con su familia a Los Ángeles, donde paso sus años hasta graduarse en arquitectura en la Universidad del Sur de California. También estudió urbanismo en la Escuela de Diseño de Harvard.

Después de estar trabajando en despachos para otros, volvió a Los Ángeles para abrir su propio despacho de arquitectura. A partir de este momento y el los años posteriores, fue desarrollando su estilo arquitectónico personal y ganando reconocimiento nacional e internacional.

Ha sido reconocido con premios tan importantes como el Premio Pitzker en 1989 -considerado el Nobel de la Arquitectura-, la Medalla de Oro del AIA en 1999, el Premio de la Fundación Wolf de las Artes o el premio Imperial Japonés, concedido en 1992.

Algunas de sus obras más famosas son la Sala de conciertos de Walt Disney, la universidad de Minnesota o la Casa Danzante, en Praga.

Frank Gehry es una de las mejores referencias de cómo el esfuerzo y la creatividad en este ámbito de la arquitectura se ven compensados con es reconocimiento del sector. Un ejemplo para mi a seguir y para el mundo de la arquitectura, la decoración y el interiorismo, o de cualquier otra rama “artística”.

Me alegra mucho ver que el sector de la cultura también se acuerda y reconoce el trabajo de los arquitectos y sus grandes obras.